jueves, 28 de abril de 2011

Características de la Mujer Virtuosa


1. Su estima sobrepasa por mucho a cualquier objeto o cosa que se considere valiosa en este mundo.

2. Su esposo confía en ella porque sabe que llevará con bien todo lo que haga. Sabe que el dinero que tiene con ella no le traerá perdida, sino ganancias porque ella sabe administrarlo bien, no es derrochadora y economiza.

3. Es una mujer trabajadora, laboriosa, de espíritu impetuoso, con gran energía, voluntad y empeño.

4. Busca buenos precios en el mercado y lo mejor, no desperdicia el dinero, ni los recursos que tiene.

5. Da valor a lo que tiene, lo cuida y lo mantiene.

6. Se ciñe aún en medio de las dificultades. Saca fuerzas de donde parece no tener, se auto motiva. Aún sin aliento o agotada sigue, es luchadora, ¡no se rinde!

7. Observa cómo va en su vida, su hogar, su esposo, sus hijos y familia. Es emprendedora. Toma tiempo para ella, para el análisis de las cosas que hace o inicia y considera si va bien en lo que está llevando a cabo. Está en estado de alerta, vigilancia, no baja la guardia aunque sea de noche.

8. Es misericordiosa, por tanto ayuda al que ve en necesidad. Extiende su mano brindando auxilio al menesteroso.

9. Se prepara para el mal tiempo y a estar preparada es una mujer segura; por tanto no se intimida ante lo que venga. Permanece confiada porque ella sabe que hizo lo que tenía que hacer.

10. Sabe vestirse y arreglarse bien, por ende anda bien ataviada.

11. Es tan buena esposa que su marido es conocido y estimado por los demás. Ella hace que su marido se sienta orgulloso de haberla escogido porque resalta con su buena presencia y actitud. Ella provoca que su esposo sea mejor.

12. Es una mujer que es en su esencia posee fuerza. Es honorable, procede con rectitud, por tanto es estimada por todos.

13. Es optimista, trabaja y espera lo mejor, por tanto, sonríe con tranquilidad y seguridad ante el futuro.

14. Cuando habla lo hace con aplomo, sabiduría y cuidado de tal manera que los demás la escuchan. Sabe decir las cosas, habla con justicia. Es misericordiosa cuando emite juicios y habla endulzando sus palabras con sensatez.

15. Considera cómo van las cosas en su casa. No desperdicia la comida, ni la come sin motivos.

16. Sus hijos dan testimonio y se gozan en llamarla bienaventurada porque es feliz. Su marido aprecia sus dones y virtudes, por tanto, la estima, honra, la alaba y respeta, pero sobre todo la ama.

17. Sobrepasa a otras mujeres que hicieron el bien porque cada día que pasa procura ser mejor, va encaminada hacia la excelencia.

18. La mujer que define el proverbista es una que teme a Jehová. Es alabada porque más que tener gracia y hermosura, tiene a Dios en su corazón y vida y eso hace que proyecte una luz y una belleza incomparable. Es alabada porque sus hechos y su práctica de vida hablan más que lo que ella puede decir.

miércoles, 6 de abril de 2011

¿Tienes la misma opinión que Dios sobre ti misma?



Dios miró desde la eternidad. Él te vio. Vio todo lo que había creado y todo lo que crearía alrededor tuyo. Vio la necesidad específica que tú estarías destinada a pasar en este mundo.

Vio todo el conjunto de rasgos y habilidades que necesitarías para que se cumpliera el propósito de Dios en tu vida. Sabía qué tipo de ambiente sería necesario para que desarrollaras apropiadamente los dones que Él te daría.

Dios miró, y entonces te creó. "Y vio Dios que su creación era buena".

¿Tienes la misma opinión que Dios sobre tú misma?
Es importante que aprecies la forma en que Dios te creó, porque los demás te van a tratar de la misma manera que tú te trates a ti misma. Te van a respetar sólo hasta el grado en que te respetes a ti misma.

Si atraes a personas que no te tratan bien, siento decirte que tú eres la principal sospechosa en este caso.

¿Qué tipo de mensaje envías para que les permitas tratarte tan mal?
A fin de que la gente te trate bien, debe haber algo en lo profundo de tu ser que envíe una señal que diga: "Soy alguien, porque Dios me hizo para ser alguien. Puede que no tenga veintiún años o vista una talla siete. Puede que tenga setenta y uno y vista una talla veintisiete. Pero soy alguien". Cuando envías una señal como esa, la gente la capta.

Hay algo que emana su espíritu, que realza su presencia en medio de la gente.

Una cualidad de la fuerza interior es lo que te hace atractiva; lo que hace que otras personas te reconozcan, te presten atención; lo que las mueve a preguntar cuando entras en una habitación: "¿Quién es ella? No preguntan porque tu vestido sea muy elegante, sino debido a lo que emana de tu carácter.

El proyectar ese tipo de fuerza no es arrogancia ni orgullo. Es un saludable sentimiento de autoestima y el poder del Espíritu de Dios que llevas adentro.

La forma en que te aprecias a ti misma ejerce un impacto sobre todo lo que haces. Afecta la forma en que te sientas en un aula, o solicitas un trabajo, o le hablas a la gente en una actividad social, o llevas a cabo el ministerio que Dios te encomendó. Puede aún afectar la forma en que oras y la manera en que estudias la Palabra de Dios.

Si piensas que no eres nadie, que no tienes valor ni futuro, vas a orar con menos poder y vas a suponer que las promesas de Dios son para todo el mundo menos para ti.

Dios quiere que aprecies lo que quiso que fueras cuando te creó y que desarrolles lo que te dio. No quiere que trates de cambiar lo que te dio por lo que dio a otro o a otra. Eres una combinación única de talentos y dones y carácter; y te corresponde un destino único sobre la tierra.

¡Eres alguien muy valiosa!

¡Dios me vistió!


Y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda
Ezequiel 16:10.

Cada frase de este pasaje nos ayudará a descubrir la importancia y el significado de lo que nos quiere enseñar la Palabra.

Primero dice:
Te vestí. Este verbo se usa bastante, con el sentido de ser envueltos por algo. Seremos cubiertas con lo que Dios tiene para nosotras. En otras ocasiones, la Biblia nos habla de nuestra necesidad de vestirnos de ciertas características espirituales

Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne
Romanos 13:14

Pero aquí recibimos la obra de Dios, nos preparamos para que haga su voluntad en nosotras. La novia no escoge su atuendo, sino que el Novio está colocando sobre ella lo que Él sabe que se le verá mejor.

Por ejemplo en el siguiente versículo podemos ver que:

En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.
Isaías 61:10


Estas son ropas que han sido especialmente elaboradas para la que las recibe, por las que Dios pagó un alto precio. Él invirtió toda la eternidad en crearlas. Mandó a su Hijo unigénito para poner los últimos toques, por medio de su muerte y el derramamiento de su sangre. Dios preparó todo minuciosamente para disfrutar este momento con nosotras.

Las vestiduras de bordado que el Novio nos coloca son una indicación del valor que da a la relación con su novia. Son ropas finas y elaboradas. Las ropas sacerdotales, por ejemplo, también eran bordadas y simbolizan el oficio y la posición de la persona que las portaba. El bordado señalaba la importancia y la riqueza de sus dueños.

Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; De brocado de oro es su vestido. Con vestidos bordados será llevada al rey; Vírgenes irán en pos de ella, Compañeras suyas serán traídas a ti.
Salmos 45:13 -14

Dios la levantó y colocó en una posición importante y valiosa. Cuando estaba todavía desnuda y sucia, la novia no se veía como una persona capaz de entablar una relación con un Dios Todopoderoso; pero Él se encargó de buscarla, y ahora que efectuaron todos los cambios en su persona, puede recibir la imagen que su Novio tiene de ella, y será reflejada en las ropas reales que Él está colocando sobre sus hombros.

Cuando logramos entender que nuestro exterior, ahora, comenzará a reflejar nuestro interior, la forma de pensar sobre nosotras mismas se verá obligada a cambiar. Ya no nos podremos ver como aquella mujer abandonada y desnuda, sino como la novia del Dios Altísimo, y Él trajo a nosotras las señales de nuestra posición. La ropa es una parte importante de nuestra autoimagen. Cuando nos hemos arreglado y peinado, mejora nuestra confianza. Aun nuestro porte cambia. Lo exterior comúnmente refleja el interior, pero también es verdad lo opuesto. Cuando sabe que se ve bien, cambian sus pensamientos y acciones, ¿verdad?

Cuando es envuelta en la salvación y la justicia que son las ropas que Dios le viene a dar, está tomando, finalmente, la identidad que Dios quiso darle. Ahora se puede ver como Él la ve. Esta nueva identidad como una hija de Dios y como una mujer vestida con las vestiduras de Dios provocará un profundo cambio en ti y comenzará no sólo a pensar de otra manera, sino también, a actuar distinto.

Sus ideas y conversaciones internas ya no podrán ser: “No sirvo para nada. Nadie me quiere. Nunca lograré los sueños que hay en mi corazón. Ellos nunca se fijarán en mí porque no tengo nada de valor para ofrecerles”. Ahora, será así: “Yo soy hija del rey. Él me ha vestido de realeza y riqueza, de importancia y valor. Él se tomó el tiempo para elaborar mi salvación y colocarla sobre mis hombros. Debo ser alguien importante para Dios y por eso también puedo ser importante para los demás”. Una hija del Rey, una princesa, camina habla y piensa de modo distinto a los demás.

Dios no llegó a ti con algo que te apocará. Su deseo no es esconderte en un lugar oscuro y que nunca más salgas. Él desea envolverte de tal manera en tu nueva identidad, que pueda reconocer que Él te ha dado la fuerza para ser la mujer de sus sueños y ha removido toda la vergüenza y el rechazo de tu pasado. Él la vistió con ropas bordadas.

Para ti mujer…… Dios te hizo

Dios te hizo diferente, no indiferente.
Dios te hizo extraordinaria, no ordinaria.
Dios te hizo significante, no insignificante.
Dios te hizo competente, no incompetente.
Dios te hizo, compatible, no incompatible.
Dios te hizo activa, no inactiva.
Dios te hizo indispensable, no dispensable
Dios te hizo imprescindible, no prescindible.
Dios te hizo perfecta, no defectuosa.
Dios te hizo apta, no inepta.
Dios te hizo distinta, no indistinta.
Dios te hizo adecuada, no inadecuada.
Dios te hizo eficiente, no ineficiente ni deficiente.
Dios te hizo superior, no inferior.
Dios te hizo responsable, no irresponsable.
Dios te hizo solvente, no insolvente.
Dios te hizo sensata, no insensata.
Dios te hizo constante, no inconstante.
Dios te hizo perspicaz, no maliciosa.
Dios te hizo irresistible, no resistible.
Dios te hizo sensible, no insensible.
Dios te hizo extraordinaria, no ordinaria.
Dios te hizo decidida, no indecisa.
Dios te hizo fuerte, no débil.
Dios te hizo 100% original, no una copia.

Dios te hizo y me hizo a su imagen y semejanza... pero ¿en qué parte del camino de la vida decidimos que no seremos como Él? ¿Cuándo resolvimos que no seremos como nos hizo, si no como queremos ser? Dios nos hizo Especiales...

Cuando no te queda nada más que Dios, es cuando te das cuenta de que Dios es todo lo que necesitas.

Secretos para una mujer triunfadora


Secreto #1
"La mujer triunfadora procede con cuidado, ella se encarga de ir ante su amado reconociendo que el primeramente la ha de preparar, con nuevas fuerzas, con nuevas estrategias, para proseguir hacia su triunfo de Gloria"

Secreto #2
"La Mujer Triunfadora reconoce que hay tiempo para todo, ella pone su mirada en su misión, la analiza, se determina en cómo obtenerla o quizás también en arrebatarla."

Secreto #3
"La Mujer Triunfadora es persistente, es fuerte. Ella reconoce que vendrá el momento de debilidad, de los vientos fuertes, pero ella se encarga de ser refrescada bajo el manantial de agua fresca que es la palabra de Dios"

Secreto #4
"La Mujer Triunfadora no se desenfoca tan fácilmente, ella pone diariamente su mirada en su Rey."

Secreto #5
"La Mujer Triunfadora sigue el camino, pero aun cuando ve un obstáculo que la quiera detener, ella pone su confianza en su Rey, ella nota y observa que Dios abre camino en medio de cualquier situación u obstáculo"

Secreto #6
"La Mujer Triunfadora sigue su propósito, por más que se lo impidan, por más que vientos se levanten contra ella, ella extiende sus brazos como águila y eleva su vuelo, usando los vientos para extenderse más alto"

Secreto #7
" La Mujer Triunfadora no se queja, ni hace preguntas, ella sigue diciéndole a su Amado Mi TRABAJO ES CREERTE!!!" y su Rey se encarga del resto." ;)

Secreto #8
"La Mujer triunfadora aprendió a hablar con un Lenguaje de Fe, Declarando lo que no ve hecho realidad. "

Secreto #9
"La Mujer triunfadora queda diariamente sorprendida por su Rey quien la sorprende con nuevos detalles y nuevas misiones por alcanzar"

Secreto #10
" La Mujer triunfadora sabe que Dios ha de cumplir su Propósito en ella al pie de la letra, y que en su cumplimiento, en su victoria!! Ella siempre le dará la Gloria al que primeramente creyó en ella, PADRE HIJO Y ESPIRITU SANTO."