El
hombre y la mujer fueron creados para gloria de Dios. Todo lo que hacemos debe
ser para darle gloria a Él y a su Nombre.
(Salmo
86, Isaías 60:21, 1 Corintios 6:20; 10:31, Apocalipsis 4:11)
El
hombre tiene la instrucción, mandato y misión de tener poder y dominio sobre
todo lo que está en esta tierra. Él tiene el encargo específico de conquistar y
descubrir, de inventar y crear. A él se le dio la tarea de cultivar y trabajar
la tierra, todos los días de su vida. Esto lo encontramos en Génesis 1 y 2,
cuando Dios encomendó a Adán, el primer hombre en la tierra, y en Génesis 9,
cuando le dio las mismas instrucciones a Noé, el único patriarca que quedó
después del diluvio.
El
mandato de tomar dominio sobre esta tierra tiene una gran cantidad de facetas.
Algunos hombres lo van a lograr en el mundo de las artes, otros en el de
comunicación, otros en el mundo del negocio y comercio, otros en política,
otros en el campo de la medicina o ciencias o ingeniería o arquitectura. En
fin, el cielo es el límite en cuanto a lo que hombre puede hacer para cumplir
con su propósito original de llevarle gloria a Dios a través de su trabajo de
dominio y conquista en este planeta tierra (o en el espacio, para los astronautas).
¡Increíble
y fascinante vida la del hombre! ¿Y la mujer, qué de ella?
En
Génesis 1 vemos que Dios creó todas las cosas. Las Escrituras dicen, 3 veces
seguidas (día 3ero al 6to): “…vio Dios que era bueno.” Luego, al finalizar toda
la creación, dice:
”Y vio Dios
todo cuanto había hecho, y era bueno en gran manera…”
Génesis 1:31
Después
de todo lo bueno que Dios hizo, Génesis 2:18 nos da el primer “no es bueno” en
la historia de la humanidad.
“Después dijo
Jehová Dios: «No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para
él.»”
Génesis 2:18
La mujer fue creada para hacer de algo ‘no bueno’ a algo buenísimo
=) Ella fue creada para ayudarle al hombre a conquistar, tomar
dominio, ejercer poder y trabajar duro en esta tierra. Ninguna mujer
será completa y feliz fuera de ésta misión.
Esto no
se limita a esposas, ¡de lo contrario! Esto es para toda mujer creada después
de Eva. Fuimos creadas para ayudarle a los hombres a cumplir su misión. Esto
incluye esposos, padres, hermanos, hijos, líderes de iglesia, jefes de trabajo,
etc.
La
misión de una mujer está llena de aventuras, de mucho trabajo que da buen
fruto. El trabajo de la mujer es uno de mucha honra y estima. Si lo hace bien,
tiene la oportunidad de impactar poderosamente no solo la vida de los suyos,
sino la comunidad alrededor de ella y a muchas generaciones por venir. La
vida de una ayudante del hombre no es vileza o indignidad y mucho menos aburrido.
No le hace bien a la mujer buscar competir con el hombre. Ella debe
buscar complementarlo. No es bueno que la mujer haga su vida y carrera fuera
del entorno de ayudarle al hombre. Repito, no es un llamado de segunda
categoría, más bien, uno del cual sin nuestra ayuda, muchas cosas importantes y
necesarias en esta vida no podrán suceder. ¡Dios está contando con
nosotras! ¡Nuestros hombres nos necesitan y están esperando!
Es un privilegio
ser mujer. Y es una gran función cumplir con honor nuestro propósito y
llamando. ¡Que Dios nos encuentre fieles!
muchas bendiciones. hermosa reflexión
ResponderEliminarmi blog www.creeenjesusyserassalvo.blospot.com