viernes, 10 de julio de 2020

Serie: El Valor de la Intimidad en una Sola Carne


Gobierna tu antigua naturaleza

Aprópiate de la declaración que hace Juan: «Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad». Perdona y suelta a cualquiera que te haya herido o usado sexualmente, con o sin tu consentimiento, ya sea por medio de incesto, violación, sexo premarital, adulterio, manoseo, exhibicionismo, prostitución, promiscuidad, obligarte a participar en actividades que salen del diseño original. Perdona y deja lo que haya sucedido en las manos de Cristo.

Perdónate a ti mismo, ya sea que hayas participado voluntariamente o hayas sido una víctima inocente. Necesitas perdonarte. Empieza a amarte a ti mismo como Jesús te ama. Eres muy valioso para Él, tanto que dio su vida por ti.

Toma autoridad sobre tu antigua naturaleza: debes adquirir nuevos hábitos, transformar tu pensamiento, cambiar tus estructuras mentales y vivir el diseño de Dios, disfrútalo con tu cónyuge. La sanidad sexual no se logra de la noche a la mañana, las cicatrices necesitan tiempo para sanar; sean pacientes el uno con el otro en tanto que Dios termina su obra. Empieza a ver la intimidad sexual como una oportunidad para ministrarse el uno al otro. Desecha el enfoque «yo y mis necesidades» y concéntrate en tu cónyuge.

No participes en ninguna actividad que tu cónyuge encuentre ofensiva. Si tú deseas bendecir y ministrar a tu cónyuge, no querrás hacer nada que le hiera o degrade. Pidan a Dios que sea ese cordón de tres dobleces también en su intimidad sexual, que su dirección y sabiduría estén presentes para que el diseño original sea manifestado.

Renueva tu mente con la Palabra de Dios, reemplaza tus antiguos patrones de pensamiento con la Palabra de Dios. Tú ahora tienes la mente de Cristo. Comiencen a proteger su unión sexual como marido y mujer. Por ejemplo, si tu cónyuge ha tenido problemas con la lujuria, permítele compartir cuando esté siendo tentado de nuevo por ella. Si tu cónyuge fue víctima de incesto o violación, permítele compartir cuando la vergüenza quiera venir sobre él o ella. Luego, protéjanse en oración. Permanezcan unidos como equipo de una sola carne en el poder de Cristo.

Sean guiados por el Espíritu Santo en todas las cosas, inclusive en su unión sexual. Generalmente somos guiados por la pasión (carne) o por los sentimientos (alma). El Espíritu Santo da dirección antes y después de casarnos para mantenernos en la voluntad de Dios.


Reflexiona

¿Renovaste tu mente sobre la intimidad en pareja?

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