domingo, 12 de julio de 2020

Serie: El Valor de la Intimidad en una Sola Carne



Una sexualidad sana

El diseño de Dios es perfecto. Complementarse como una sola carne, según el diseño de Dios, abarca todas las áreas de la vida. Es necesario tener clara la identidad de hijos de Dios. Su propósito eterno nos trajo a existencia y nos dio sentido, causa y vida. El diseño de Dios no se equivoca en la relación de pareja ni en la sexualidad de cada uno. 

Dios no se equivocó poniendo una mujer en el cuerpo de un hombre. Eso no es posible, en ninguna medida. Biológicamente está determinado, si tus cromosomas son XX eres mujer, y si son XY eres hombre. El diseño de Dios determina que una pareja se compone de un hombre y una mujer. No existe otra opción. Cualquier otra alternativa viene solamente de la naturaleza de pecado del ser humano. Un área que todavía no está rendida al gobierno de Dios y que, intencionalmente, necesita morir para que Cristo se manifieste.

Como hijo de Dios tienes tu identidad: fuiste engendrado, fuiste adoptado, fuiste diseñado en el vientre de tu madre, fuiste hecho hijo de Dios, introducido en la iglesia de Cristo y en su cuerpo, donde Él es la cabeza. Entonces, no dudes de tu sexualidad; ni te dejes engañar por la presión social; ni por los medios de comunicación, donde se ha cambiado de manera agresiva la sana sexualidad. 

Como pareja con una sana sexualidad, cada día se trabaja activamente por mantenerse enamorados. Los detalles románticos son buenos. Los momentos de salidas en pareja, sin los hijos, cada tanto, son necesarios. Mírense a los ojos, hablen de cuánto se aman y cómo juntos crecen como pareja, como familia y como hijos de Dios; son más eficientes juntos. 

Cada día se puede crecer como pareja. Cada día se pueden dejar atrás los errores cometidos y crecer juntos para la gloria y honra de Dios. En la actualidad, los matrimonios de los hijos de Dios se han descuidado, al punto de ver cómo se desmoronan tanto o más que los matrimonios de aquellos que no conocen a Dios. ¿Por qué sucede esto? Porque el fundamento, que es Cristo, se ha dejado de lado. No me refiero a reunirse cada domingo. Sino a exponerse a su Palabra, a su enseñanza, a morir para que Él se exprese, a trabajar para que Cristo sea visto en cada uno y en su matrimonio. 


Reflexiona
¿Tienes una sana sexualidad?

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